El 10 de noviembre de 1850, el Ayuntamiento de Chilpancingo convocó a una reunión ciudadana en la que el benemérito de la patria don Nicolás Bravo dijo a los presentes que era: “del deber de las autoridades y vecindario procurar por cuantos medios sean posibles la comodidad, ornato, decoro de una población”. Para hacerlo, propuso diversas medidas que fueron discutidas y aprobadas por los asistentes. El acta de esa asamblea, que es una joya documental de la Colección Cassi que conserva el Centro INAH Guerrero, tiene información invaluable para la historia urbana de Chilpancingo. Entre otras cosas, testimonia que de las muchas donaciones que hizo Bravo a su pueblo natal, estuvo un terreno destinado para la alameda. Estaba localizado en el Chapitel y se extendía por el oeste hasta el río Huacapa donde, hoy en día, están la alameda, la Universidad de Guerrero, el Teatro María Luisa Ocampo y el zoológico.
Texto: María Teresa Pavía Miller.
Imagen: proyecto Antropología e Historia de la Población Suriana.
Fuente:
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